El continente blanco es sin duda uno de los más inhóspitos de la Tierra. 680 millas de navegación nos separan desde Cabo de Hornos hasta al norte de la gran península Antártica.
Navegar sus aguas en un velero de expedición, hace que la Antártica sea una experiencia especial y única en la vida de un navegante.
Visitar colonias de pingüinos, sitios históricos y desembarcar en alguna estación científica Antártica, es parte del programa de navegación durante todo el periodo de expedición.
Nuestra planificación de la ruta en las aguas del continente blanco, está determinada por las condiciones meteorológicas y especialmente de hielo en la zona a navegar. Pero lo cierto es que, la belleza única del paisaje, las montañas, glaciares, canales y la gran variedad de fauna marina hacen que cada día de navegación sea una nueva experiencia durante toda la duración de nuestra expedición.